Cuando uno convive con más inquilinos en un edificio, podemos tener la mala pata de toparnos con una serie de problemas de convivencia como los ruidos, la basura delante de la puerta, los animales, los olores de la comida en la ropa recién lavada…Puede afectarnos mucho en nuestro hogar, y puede que nuestra convivencia se haga imposible y desagradable, llegando incluso a tener síntomas de estrés.
Vecinos molestos
¿Cómo solucionar este tipo de problemas?
Es complicado, pero existen soluciones, aunque siempre son a largo plazo. Si lo ruidos no cesan en ese momento, la policía puede medir los decibelios permitidos según la franja horaria de ese momento y hará un informe sobre ello, con ese mismo informe se puede acudir al ayuntamiento y denunciar el problema acogiéndose a la ley de protección horizontal. El resto, puede variar dependiendo del problema o la situación que sea, pero si la situación es insostenible, desde luego es recomendable seguir las pautas, como veremos en los siguientes casos reales.